Llegué a casa luego de haber estado una hora y media en
práctica de natación. Desde que viajo mas seguido en transporte colectivo, veo
con agrado como la gente joven cede el
asiento a las mujeres y hombres mayores, nadie se hace el que está durmiendo,
salvo el que duerme en verdad. Del
natatorio, pasé por distintos lugares haciendo trámites por lo que caminé unas
veinte calles para finalmente llegar a
mi apartamento. Una vez en el me recosté
un rato para descansar mi espalda, quedé
mirando el techo de madera a la vista que hice hace unos diez años atrás,
se ve bien, le da calidez al ambiente.
Tras media hora de relax, terminé de
preparar el almuerzo que había dejado iniciado antes de salir hacia natación.
Luego de almorzar,
salí a comprar unas manzanas en un comercio que queda a dos calles, pasé por la
casa del padre de Juan Carlos, mi mecánico del Fiat que tuve hasta fines del
año pasado. Desde la vereda conversé con mis vecinos que se hallaban en el
jardín, Juan Carlos esta arreglando una caja de fusibles, su padre me miraba y
asentía con la cabeza a las cosas que les decía. Cuando estaba por seguir mi
camino me pregunta ¿Tú de donde eres? De la otra calle – contesté, no me
reconoció a pesar de los años que me conoce. Me despedí y seguí mi camino, el
padre de Juan Carlos, tiene principio de Alzheimer, unos meses atrás también me
crucé con el y su hija, luego de saludarlo, me preguntó si yo trabajaba en la
compañía de electricidad de la que el se
jubiló, le contesté que no, que era un vecino del barrio. Tiene 84 años, su hija se quedó a vivir con el para cuidarlo, arribó
con su hijo que es un adolescente y
trajo sus perros a los que veo en el jardín cuando paso por la vereda.
Un hombre que le gustaba hacer asados a la parrilla, cuando
su esposa vivía, y sus hijos lo visitaban, da pena verlo ahora totalmente
dependiente del cuidado de otros, en este caso su hija. Vaya uno a saber como
llegaremos en las etapas por venir de nuestras vidas. Pensar que conozco gente
que tiene más de noventa años (están en la cuarta edad) y se conservan lúcidos
mentalmente. Nadie puede saber su destino final...eso pienso.
Te saludo amigo visitante, deja tu comentario si gustas…