Marcos se hallaba en su casa frente al ordenador chateando
con su hijo David. Suena su celular, un mensaje había ingresado, abre el buzón
de entrada y lo lee. Una sola palabra decía todo, ¡Falleció! lo enviaba su sobrino Antonio. Le dice a su hijo – Cortamos aquí, falleció
Roberto, termina de mandarme un mensaje Antonio. – Uh! Que mala noticia, ¿qué
vas a hacer? No te preocupes, ahora lo
llamo a Antonio por si quiere que vaya
para el sanatorio o viene hacia aquí. Marcos estaba sereno, acomodando sus
pensamientos sobre los pasos a seguir. El día anterior había visto a su hermano
en la cama del sanatorio, lo alimentaban de forma naso gástrica, estaba sedado,
de espaldas con la boca abierta respiraba con dificultad, los ojos cerrados,
apenas entreabiertos. Se veía extremadamente delgado, el maldito cáncer se lo
había estado comiendo, con la crema y una hoja de afeitar lo había dejado afeitado.
Le acarició la frente, también calentó
sus manos con las suyas. Le trasladaba palabras de aliento y esperanza que
seguramente su hermano no escuchaba.
Tan solo tres días
había durado internado. Ahora estará en paz – pensaba. Buscó por Internet el
teléfono de la casa de velatorios, ya la conocía, otros familiares y amigos
habían partido desde allí. Eran las 20 horas, llamó a Antonio, éste le dijo que
había reunido todas las cosas que debía retirar. – Mira, he hablado con la
cochería, busca el documento de tu padre y el tuyo y ven para aquí así
conversamos un poco y vamos para allá.
Su sobrino vivía cerca, en 30 minutos estuvo en su casa.
Se sentaron cerca de la estufa ya que era invierno. – Como
quieres que sea el sepelio le preguntó. – El me decía que quería ser cremado
cuando le llegara la hora, pero yo quisiera que vaya a tierra. – Antonio, las
personas dejan dicho sus deseos y está en uno respetarlo, piénsalo, si esa era
su decisión. – Bueno… creo que si entonces, está bien, afirmó. Ya he llamado a la cochería, vuelvo a llamar
y vamos para allá dijo Marcos. Lo hizo, luego llamó un taxi, que los acercó, no
quedaba más allá de 20 calles. La empleada de turno le pidió los documentos,
hizo las preguntas del caso. A Roberto lo traerían en la madrugada, y desde las
8 a las 16 horas estaría en una sala, una azafata recibiría y atendería a las
personas a medida que fueran llegando. Ya no era más como en los viejos tiempos
en que familiares y amigos se quedaban toda la noche y hasta el día siguiente.
Marcos llegó con su mujer al mediodía, Antonio estaba en el
lugar con varios vecinos de su padre. Como ocurre lamentablemente en muchas
familias, también llegaría su otro hermano Carlos y su mujer, llevaba más de
diez años sin verlos, habían sido socios de una empresa que fundaron juntos
durante siete años, cuando él con su actividad comercial la hizo crecer y
crecer, llegaba el momento de disfrutar un mundo de trabajo. Pero ellos
confabularon para quedarse con la empresa y sacárselo de encima. Como manejaban
la caja, pagaron fortunas a un estudio jurídico inventando argucias y denuncias
falsas, por las que terminó vendiendo su parte a un precio vil. La ira de
Marcos duró un tiempo hasta que consiguió perdonar las ofensas para vivir en
paz consigo mismo. Pero nunca más volvió a verlos, lo que más lamentó fue
perder a sus sobrinos.
Eran las 14 horas fueron llegando Carlos e Inés, se
saludaron fríamente pero sin rencores, también sus sobrinos. Habló con ellos,
le contaron de sus vidas de casados y con hijos, también el hijo y la hija de Marcos
que trajo un hermoso ramo de flores. La
azafata se movía ofreciendo café que todos aceptaban. A las 16 horas se
despidieron de Roberto, Marcos acaricio su frente. A la salida se inició el
cotejo, los vehículos lo acompañaron hasta el jardín final. Por último, los
familiares se despidieron tomando cada uno su rumbo. Marcos iba pensando que
solo este motivo los había reunido y tal vez nunca más lo harían. El tenía una hermosa familia con la que compartían
penas y alegrías. Por fortuna más alegrías que penas.
Bueno amigo visitante aquí te dejo esta historia que tiene
un poco de todo como la vida misma.
Saludos!